...
Escríbeme llegará
tu carta al rincón sangriento
donde se agranda el colmillo
y se enfrentan los incendios.
Fieras peores que fieras
también fieras nos han hecho
y acabarán con nosotros
si no acabamos con ellos
Mientras los colmillos crecen,
cada vez más cerca siento
la leve voz de tu carta
igual que un clamor inmenso.
La recibiré dormido,
si no es posible despierto.
Y mis heridas serán
los derramados tinteros,
las bocas estremecidas
de rememorar tus besos,
y con su inaudita voz
han de repetir: te quiero.
miguel hernández
poeta silenciado estes dias
polo mal-goberno da capital
deste estado post-franquista
en cursiva versos que ficaron
no borrador do poema