Esta, niños, ciudad que veis ahora
a los vientos errantes ofrecida,
con blanca furia y llama dirigida
de otros tiempos cruel gobernadora,
rindió por fin su lanza retadora
y hoy yace en rota piedra convertida,
Nueva York, en el siglo conocida
por puta mucho más que por señora:
Aquí Broadway lució su rica empresa,
la Bolsa ó su griterío
y la virtud murió golpeada y presa.
Este desierto páramo sombrío
a guardar no alcanzó reliquia ilesa,
sino la sangre, enorme como un río.
nicolás guillén
poeta cubano de longo recorrido
de raices negras e internacionalista
moitas veces cantado entre quilapayún
inti illimani e pablo milanés
texto de la rueda dentada 1972